Carlos Barrero y Carlos Marcelo impulsan la iniciativa «Pedales Solidarios Guareña»

Casi siete mil habitantes en la zona norte de la provincia de Badajoz forman el ayuntamiento de Guareña. Por allí no pasa la Vía de la Plata, pero sí por Mérida. Desde la ciudad romana, Carlos Barrero y Carlos Marcelo, dos guareñenses de 33 y 35 años, emprendieron esta ruta del Camino de Santiago, lo cual este martes los llevó a hacer noche en Ourense capital.

Son alrededor de ochocientos kilómetros los que estos dos bicigrinos -peregrinos en bicicleta- han recorrido desde la capital extremeña, y novecientos los que habrán pedaleado cuando lleguen a Compostela.

Las razones, que Carlos Barrero guardaba un especial recuerdo de ver peregrinos llegar a la praza do Obradoiro cuando era pequeño y viajó a Santiago «en plan turístico», y sobre todo, la iniciativa «Pedales Solidarios Guareña».

Se trata de un proyecto con el cual Barrero y Marcelo pretenden poner el foco sobre tres asociaciones benéficas que operan en su localidad de origen. La delegación guareñense de la Asociación Oncológica Extremeña (AOEX Guareña), El Capitán Marcelo, y Más investigación +Vida, programa de la Asociación Española Contra el Cáncer. Las tres promueven una mejora en la vida de las personas con enfermedades oncológicas.

El camino, en el que aseguran, les ha pasado «un poco de todo», lo hacen dividido en once etapas. En la séptima entraron en la provincia de Ourense por A Gudiña. «Desde que hemos llegado a Galicia sí se ven más peregrinos, pero en las etapas anteriores hemos visto muy muy pocos», comenta Barrero haciendo alusión a un año de peregrinación marcado por la pandemia. «Nos hemos encontrado con albergues cerrados», apunta.

Aunque preveían hacer una parada en Laza, el cierre perimetral del concello no se lo permitió y tuvieron que dormir en Verín, donde afirman, también pudieron probar la gastronomía ourensana. «Hemos comido carne ó caldeiro y pulpo», subraya Barrero.

Para apoyar a las tres asociaciones, los dos extremeños han dispuesto un «Dorsal 0» y aceptan donaciones a través de su página web. «El dinero no es lo más importante, pero si podemos sacar algo para investigación, mejor», dice Carlos Barrero.

Por ahora, valoran muy positivamente todo el seguimiento que están teniendo, especialmente el de los casi siete mil vecinos de su lugar de origen. Así, Barrero y Marcelo seguirán hasta Santiago y entrarán en la praza do Obradoiro para que, como ellos dicen y gracias a la difusión de su hazaña, «estas tres asociaciones estén vivas».

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